Introducción
La
evaluación del sistema educativo debe permitir la realización de una
fotografía/radiografía del momento para obtener un diagnóstico del estado
actual de la educación que facilite y guie la toma de decisiones respecto a los
cambios que son necesarios implementar para mejorar e incrementar la calidad de
todo el sistema.
Toda mejora
del sistema educativo debe partir de la evaluación del propio sistema, éste lo
podemos contemplar de forma global (en su conjunto) o bien de forma segmentada
focalizando el interés de la evaluación en determinados aspectos. Esta mirada
global o parcial es importante para poder comprender los resultados obtenidos y
comunicarlos de forma pertinente a la sociedad; por ello, cuando nos referimos
a la evaluación del sistema educativo es preciso clarificar que es lo que se
evalúa: los profesores, el resultado obtenido por los estudiantes, el proceso
de enseñanza-aprendizaje, las instituciones escolares, los recursos
destinados,...
El
funcionamiento del sistema educativo es una preocupación que atañe a todos sus
ciudadanos y que requiere recursos de ahí la necesidad de evaluarlo, Cano (1998:
155) justifica su interés en torno a cuatro motivos:
1.
Conseguir
más información o superar la falta de datos.
2.
Tomar
decisiones, orientar la política y conducir los procesos de cambio.
3.
Rendir
cuentas y valorar los resultados.
4.
Mejorar
el funcionamiento de los centros.
Efectivamente,
su justificación está más que argumentada, sin embargo hay ciertas cuestiones
que precisan algunas clarificaciones.
¿Qué
evaluamos en concreto del sistema educativo?; ¿cómo lo evaluamos?; ¿en
base a qué criterios se ha establecido?; al analizar los
resultados y compararlos con los obtenidos en otros países ¿tenemos en cuenta
todos los factores?; ¿quién realiza las evaluaciones?
Programa
Internacional para la Evaluación de Alumnos
La
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) inició en la
última década del siglo XX la publicación de indicadores educativos dirigidos a
los gobiernos integrantes de su organización con el propósito de proporcionar
unas directrices para orientar sus políticas educativas. Esos indicadores
evidenciaron la necesidad de evaluar periódicamente su sistema educativo e
incorporar a la evaluación el concepto de competencia básica; así surgió la
elaboración del Programa Internacional para la Evaluación de Alumnos conocida
como "el programa PISA".
Con ello la
OCDE ha propiciado, en los países pertenecientes a su organización (y en otros
que se adhieren a ella), el debate social y político sobre la eficacia de sus
sistemas educativos y referente a la formación de ciudadanos competentes
capaces de adaptarse y responder a lo largo de toda su vida a las nuevas
demandas socio-económicas. Actualmente PISA representa:
«un compromiso de los gobiernos para conocer mejor el
funcionamiento de los sistemas educativos y proporcionar nuevas bases para el
diálogo político y la colaboración en la definición y adopción de los objetivos
educativos y de las competencias que son relevantes para la vida adulta» (PISA 2009).
PISA es un
estudio comparativo a nivel internacional que evalúa el rendimiento de los
alumnos de 15 años, justo antes de finalizar su etapa escolar obligatoria, a
través de la evaluación de ciertas áreas consideradas clave como son: la
competencia lectora, la competencia matemática y la competencia científica. El
estudio se realiza cada tres años y en cada edición se enfatiza de manera
profunda una de las tres áreas; cada cuatro años se revisa el marco y los
instrumentos de evaluación para cada una de ellas[1].
Además evalúa las políticas educativas a través de la recopilación de datos
contextuales.
Estas
pruebas evalúan los conocimientos adquiridos en cada área, la capacidad de
extrapolar lo aprendido y también su aplicación a situaciones cotidianas,
nuevas y cambiantes; por lo tanto se proporciona una atención al proceso de
comprensión y a la capacidad de desenvolverse ante determinadas situaciones en
de cada área. En definitiva se valora si los alumnos son capaces de usar los
conocimientos y destrezas adquiridos en situaciones cotidianas que puedan ser
relevantes.
Las pruebas
PISA recogen datos de:
·
Pruebas
cognitivas escritas en formato papel o formato electrónico referentes a las
tres competencias básicas: lectora, matemática y científica.
·
Cuestionarios
de contexto que rellenan los alumnos y los directores de centro que recogen
información sobre datos socioeconómicos; las percepciones de los estudios y del
centro escolar (por parte de los alumnos y de los directores).
El informe PISA ofrece
los resultados obtenidos por cada país y los compara con: a) los promedios de
la OCDE; b) con los obtenidos en ediciones anteriores; y c) con los países de
su entorno. Además aporta información sobre aspectos del entrono familiar y
escolar, sobre la organización de los centros y su oferta educativa y sobre la
inversión pública de cada país en educación, pues considera que son aspectos a
tener en cuenta y que influyen en los resultados obtenidos. De ahí que en
análisis y la interpretación de los informes deba realizarse desde una
perspectiva global teniendo en cuenta, además del rendimiento de los alumnos,
todos los factores que intervienen así como las características socioeconómicas
y contextuales de los países participantes.
Los principales tipos de
resultados aportan información referente a:
- Resultados globales y niveles de rendimiento en
comprensión lectora y en las competencias matemática y científica, es
decir, qué saben hacer los alumnos; y resultados en las diferentes
dimensiones de las mismas.
- La
relación entre los resultados y distintos factores asociados, como son los
contextos sociales, económicos y culturales, así como circunstancias
individuales de los alumnos y de la organización y el funcionamiento de
los centros.
- Análisis
de tendencias,
que se derivan de la recogida cíclica de datos; muestran los cambios en
los niveles y en la distribución de los resultados, y en las relaciones
entre las variables y los resultados del entorno de los alumnos y los
centros.
(PISA 2009. Informe español
1. El estudio PISA 2009: 17-18))
España participa en este
estudio desde la primera convocatoria en el años 2000, en las sucesivas
ediciones diversas Comunicadas Autónomas (CCAA) han incrementado su muestra
para obtener datos representativos de su alumnado. En el año 2009 participaron
un total de 25.000 alumnos.
Beneficios
aportados por el estudio PISA
Sus informes han
propiciado que se genere un debate sobre la eficacia y la eficiencia de los
sistemas educativos por parte de los gobiernos y por toda la sociedad en
general (profesores, padres, expertos,...), asimismo han favorecido la
necesidad de incorporar la evaluación de los mismos y su revisión y
actualización.
Otra aportación es la
explicitación de las pautas seguidas por las políticas educativas y las
tendencias que sugieren el camino hacia los futuros cambios. La publicación de
los resultados van más allá de la pura comparación entre países a modo de
ranking puesto que también incluyen las diferencias contextuales y las medidas
adoptadas por los gobiernos en el transcurso del tiempo para obtener los
mejorares resultas.
Permite visualizar que
sus resultados responde a un conjunto de factores que intervinientes en los
resultados responden al conjunto de factores de influyen Hay circunstancias
específicas que facilitan unos resultados más óptimos y circunstancias que no
los favorecen.
El informe cita aquellos
factores que considera que intervienen e influyen de forma particular en los
resultados, por lo tanto se puede analizar qué circunstancias contextuales son
más optimas y propicias para incrementar la calidad del sistema educativo (y
por tanto los resultados de los alumnos) y qué situaciones no son favorables.
También ha suscitado un
gran debate en torno a la necesidad de que el sistema educativo facilite,
permita y asegure a los alumnos la adquisición de las competencias básicas para
que puedan convertirse en ciudadanos capacitados para aprender a lo largo de
toda la vida.
Algunas
reflexiones
¿Qué se entiende por
competencia? ¿Y cómo se evalúan las competencias?
En el proyecto de la OCDE
denominado Definición y Selección de Competencias (DeSeCo), referente básico
del enfoque comprensivo de las competencias, define éstas como:
«la capacidad de
responder a demandas complejas y llevar a cabo tareas diversas de forma
adecuada. Supone una combinación de habilidades prácticas, conocimientos,
motivación, valores éticos, actitudes, emociones y otros componentes sociales y
de comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una acción
eficaz”; se trata, por tanto de un “saber hacer”, esto es, un saber que se
aplica, es susceptible de adecuarse a una diversidad de contextos y tiene un
carácter integrador, abarcando conocimientos, procedimientos y actitudes».
(Cuadernos de Educación de
Cantabria, 2 (2007: 7)
En concordancia con esta
definición:
«PISA trata de valorar hasta qué punto los alumnos son capaces de
usar los conocimientos y destrezas que han aprendido y practicado en la escuela
cuando se ven ante situaciones en los que esos conocimientos pueden resultar
relevantes».
(PISA 2009.
Informe español 1. El estudio PISA 2009:17)
Se
parte de una determinada concepción "competencia" que se ha
introducido en los currículos de los sistemas educativos pero que sus orígenes
proceden del mundo empresarial, del mundo del trabajo. Al tratarse de un
concepto que se ha trasladado a la educación surgen ciertas divergencias. En
primer lugar no existe un consenso entre todos los educadores sobre que
entendemos por "competencia", de ahí las diferentes definiciones que
divergen unas de otras en una serie de matices; Perrenoud (2012: 57) ya nos avisa
y advierte de ello[2]
cuando expone su concepción de competencia de que esta «no es la única
posible» y añade la necesidad de consensuar su conceptualización.
«Una
competencia es un poder de actuar eficazmente en una clase de situaciones,
movilizando y combinando en tiempo real y de forma pertinente recursos
intelectuales y emocionales».
(Perrenoud, 2012: 57)
¿Cómo
vamos a evaluar las competencias adquiridas por los alumnos si no entendemos
todos los profesionales lo mismo a nivel conceptual? ¿Podemos
evaluar las competencias a través de pruebas de rendimiento? ¿Cómo se
deben evalúan las competencias?, ¿a través de qué instrumentos?
Si
evaluar conocimientos de forma pertinente y adecuada ya entraña sus problemas,
que vamos a decir de evaluar las competencias (no olvidemos que la competencia
engloba "el saber, el saber hacer y el ser"); a mayor complejidad de
lo evaluado, mayor dificultad del proceso evaluativo. Evaluar competencias comporta
la elección de instrumentos adecuados y/o rediseñar algunos de utilizados hasta
el momento. Además significa replantearse la forma de entender la educación a
nivel de todo el sistema educativo, y por ende por parte de cada uno de los profesionales
que participan en el mismo. También aquí la evaluación adquiere una nueva argumentación
que justifica aún más que esta forme parte del propio proceso de
enseñanza-aprendizaje (E-A).
Incorporar
en el sistema educativo la evaluación por competencias significa priorizar una
determinada mirada y percepción del significado del proceso de
enseñanza-aprendizaje (E-A). Ahora ya no se trata de explicar y luego evaluar
conocimientos y ya está. Ahora se trata de diseñar unos curriculums que
permitan a nuestros alumnos desplegar situaciones de aprendizaje facilitadoras
del máximo desarrollo competencial, con progresivas evaluaciones (Gairín, 2009:
61) que proporcionen un feedback formativo. Ahí está el verdadero cambio y el
camino a seguir, es evidente que ya no podemos pretender evaluar las
competencias sin la incorporación de las oportunas modificamos en la percepción
del proceso de E-A y en el curriculum. Por último añadir que todo cambio
requiere reflexión, implicación, recursos y tiempo para obtener resultados satisfactorios.
Bibliografía
Cano García, E. (1998). Evaluación de
la calidad educativa. Madrid: La Muralla.
Gairín Sallán, J.;
García San Pedro, MªJ.; Gisbert Cervera, M.; Rodríguez Gómez, D.; Cela Ranilla,
JMª. (2009) La evaluación por competencias en la universidad: posibilidades
y limitaciones. Dirección General de Política Universitaria. Programa de
estudios y Análisis- Ministerio de Educación EA2008-0086.
Perrenoud, P. (2012) Cuando la
escuela pretende preparar para la vida. ¿Desarrollar competencias o enseñar
otros saberes? Barcelona: Graó
PISA (2009) Programa para la
Evaluación Internacional de los Alumnos. OCDE Informe Español. Ministerio
de Educación: Instituto de Evaluación.(www.institutodeevaluacion.educacion.es)
PISA (2009) La lectura en PISA 2009:
Pruebas y marcos de la evaluación. Gobierno de España, Ministerio de
Educación: Instituto de Evaluación.(www.institutodeevaluacion.educacion.es)
[1] Esta
publicación presenta la teoría que subyace a la evaluación PISA 2009 e incluye
la reelaboración y ampliación del marco de la competencia lectora, que
incorpora un aspecto innovador relativo a la capacidad para leer y comprender
textos académicos electrónicos, reflejando así la importancia de la información
y las tecnologías informáticas en las sociedades modernas. En: La Lectura en
PISA (2009). Marcos y pruebas de la evaluación.
[2]Otros
autores aportan sus definiciones (Guillevic: 1991, Gillet: 1991, Tardif: 1996,
Le Boterf:1994; citados en Perrenoud: 2012) por tanto ya se puede entrever que
no existe un acuerdo unánime en su definición y ello se tras lada a otra
cuestión: a la evaluación de las mismas.
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